domingo, 20 de diciembre de 2009

Balance de fin de año

Un balance siempre es personal. Podría ser una perogrullada pero en realidad es una de las bases elementales que solemos olvidar. Más en esta sociedad en la que hemos logrado extrapolar gratuitamente experiencias de los demás para juzgar a terceros, negar las diferencias para exigir a los demás lo que sus limitaciones no permiten y negar las riquezas de los demás para no sentirnos inquietos por nuestras carencias.

Nuestro año profesional estuvo signado por esta idea de Implementar la Educación sexual integral. Cada uno y cada una saben las dificultades que han tenido para poder concretar este proyecto. Las realidades en las que hemos transitado en cada uno de los lugares han sido diferentes y la diversidad que nos enriquece la ha marcado de muchas maneras y la ha significado de otras. Pero en esta situación, algo es innegable: hemos avanzado. Hay una certeza en esto. El proceso por el cual esta Educación Sexual Integral se orientó a hacerse una práctica ha iniciado su proceso y, confiamos, de forma irreversible. Esto quiere decir que -más allá de los retrocesos inevitables que puede haber por el caminar- el futuro se plantea, se quiere, se ve como un horizonte que nos obliga a avanzar.

Más allá de nuestras preocupaciones por un año que tendrá sus inconvenientes, sus dificultades, sus crisis; más allá de nuestras propias inquietudes, vicisitudes y benditas crisis. Más allá de todo eso, es un buen momento para celebrar y celebrarnos. Hay una convicción que con todas las diferencias que podemos tener no ha cejado. La educación sexual Integral es más que un proyecto, es una utopía en el sentido que Anatole France la dijo: ella “es el principio de todo progreso y el diseño de un futuro mejor.”



Felicidades por estas fiestas. Que logren descansar y soñar en estas próximas vacaciones. La tarea que viene nos lo exige.

20 de diciembre de 2009

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