sábado, 19 de noviembre de 2011

Violencia contra la mujer



Golpear a la mujer. Hacerlo como hábito, como constante, como norma, como inevitable, como lógico. Golpearla con la mano, con el pie, con objetos, con armas, con la palabra, con el menosprecio, con la inequidad. Golpearla con indiferencia, con saña, con alevosía, con excusas, con ira. Golpearla como hecho anodino, como forma de ser, como modalidad de relación. La base de toda esa violencia no radica en la naturaleza perversa de la humanidad, ni en el juego biológico de las hormonas, ni en desequilibrios bioquímicos. La base de esa violencia radica en una forma de considerar al otro. En el modo de construir nuestras relaciones con los demás, en la forma de plantear una educación.
25 de noviembre es un día. Sólo un día. Un día que debemos gritar que esa violencia que pasa todo el año debe parar. Un día que debemos tomar aire, conciencia y energía para que el trabajo de todo el año nos haga pensar que al año siguiente no será necesario este día, que alguna vez lograremos eliminar esta violencia. Si, sé, suena a utopía. Pero, recordemos, la utopía de un día, y el trabajo del resto del año. El trabajo constante y convencido que podemos cambiar las cosas.  Hoy tenemos el recurso indispensable para acercarnos a ello: la Educación Sexual Integral.
La Educación Sexual Integral es, sin lugar a dudas, uno de los recursos más poderosos, eficaces y decisivos contra la violencia de género. Es la posibilidad cierta que seamos capaces de avanzar a pasos seguros y a un buen ritmo hasta esa utopía. Implementarla en su conjunto, es más que una cuestión circunstancial es la necesidad imperiosa de nuestra sobrevivencia.
La implementación de la Educación sexual integral en los términos de la ley que la promueve es una llave que abre un futuro que todos y todas ansiamos. Aquel donde aprendemos a convivir con el otro, aprendemos a respetar al otro, somos firmes contra la lucha contra la violencia, la discriminación y los abusos. Aquel porvenir donde el placer –en su maravillosa acepción- está encarnado en nuestra realidad. Aquel destino donde la felicidad es una alternativa real para todos y todas. No nos demoremos, exijamos una Educación sexual Integral, la exijamos y la hagamos. Es, sin dudas, el camino cierto y univoco para lograr una sociedad sin violencia contra la mujer.

jueves, 18 de agosto de 2011

Unas respuestas sobre Educación Sexual Integral

Una periodista me hizo unas preguntas sobre Educación Sexual Integral. Dado que no necesariamente será publicada y que es posible que si es publicada se recorte el contenido por los espacios periodísticos la transcribo en su totalidad. 

1-¿Se enseña educación sexual en nuestras escuelas?  Si es sí, ¿se la enseña en concordancia con la ley nacional específica?

Si, se enseña. Si lo digo categóricamente es porque hoy se sabe que la educación sexual se hace de muchas maneras. Es decir, que podemos afirmar que siempre se hizo educación sexual, aunque, lamentablemente, no siempre con la intención de hacerla, pero sin la planificación adecuada y la responsabilidad necesaria.
Con respecto a la ley. La respuesta no es taxativa. Se hacen muchos esfuerzos, existen personas comprometidas, buenas intenciones y una intención real de hacerla, pero también todo lo contrario: frenos, indecisiones, falta de recursos, inquietudes y errores. Pero esto no quita una cuestión muy importante: la Educación sexual integral que promueve la ley es un proceso y por lo tanto tiene sus tiempos, sus avances, sus retrocesos. Lo que creo que no podemos obviar que esta ley nos brinda una oportunidad de oro a todos y todas de educar mejor, de manera más integral, de manera más productiva. Estoy convencido, realmente, que no podemos parar la educación sexual integral, por lo tanto insisto en que no demoremos en hacerla mejor.

2-¿Están capacitándose los docentes en esta temática? 
Algunos sí, muchos no. La capacitación es axial para la idea de Educación sexual integral. Debemos comprender que los docentes, pero también los profesionales que tratan con la comunidad educativa y, obviamente, los padres y las madres deben educarse en esta temática. Lo que está en juego es, en la visión de la ley que compartimos, el desarrollo armónico de la persona. Como bien dice el dicho africano: “Para enseñar a un niño, hace falta toda la tribu”.

3-¿Quiénes capacitan a los docentes? Ministerio, UNT, otros ......
Existen diferentes propuestas de capacitación en la actualidad. El ministerio tanto nacional como provincial ha realizado algunas de estas. Otros organismos también. La UNT, por su parte, tiene algunas propuestas. En la que participó tiene la particularidad de haber sido aprobada por el Consejo Superior. Creo que esto refleja una visión que nos remite a la idea original de Juan B. Terán de pensar en la comunidad.

4-Respecto de los contenidos, cómo y quiénes los seleccionaron?
¿De las capacitaciones?): Cada grupo de capacitadores los elige. Debo llamar la atención sobre aquellas capacitaciones que no profundizan los temas y que parecen hechas sólo para cumplir trámites. Aconsejo, en este sentido, que los docentes sean críticos, exigentes y realmente demandantes de calidad en cada capacitación que tengan.
¿De los materiales educativos para la escuela?
Esta selección se hace por equipos de especialistas que están abocados a la materia. Ahora bien, recordemos que la ley promueve que se deben adecuar a cada realidad sociocultural y a la franja etaria y que respetará el ideario institucional. Es decir que el material ofrece esa plasticidad que necesita todo material educativo. Son recursos para obtener una meta: educar.

5-La Ley fue sancionada -si mal no recuerdo en el 2006- ¿Cuál es el balance que hace desde su implementación? ¿Hemos avanzado?, ¿en qué y en qué no?
Si, fue sancionada en el 2006. Pero los lineamientos curriculares fueron aprobados y difundidos en el 2009. Esto es importante comprenderlo. Como decía la Educación sexual integral es un proceso y como tal creo que hemos avanzado. No todo lo que uno, que está convencido de esto hubiese querido, pero pensemos en positivo. Hemos avanzado en la medida que el tema ocupa nuestro interés, en la que nos comprometemos y discutimos el material, buscamos formas de hablar de esto. En lo concreto, las capacitaciones se hacen –todavía no llegan a todo el mundo  pero se hacen y, además, la Nación produce material específico que se distribuye. Así que si, hemos avanzado.

6- ¿Por qué existe tanto rechazo de las familias y de los educadores a la bibliografía (cuadernillos y revistas) que distribuye la nació a las escuelas? ¿Cuál es su opinión al respecto?

No existe tanto rechazo al material, si a algunas ideas. Por ejemplo, el material que salió recientemente -y que fue objeto de una solicitada- es un material para que las familias puedan hablar con sus hijos e hijas. Son sugerencias y temas concretos que hoy ocupan la preocupación de muchos y muchas y que es deber de los educadores de permitir el dialogo, adecuándolo a cada uno de los educandos.
Podemos no compartir algunas ideas pero para ello, invito a que vean el material en primer lugar, que lo lean, que lo analicen en conjunto. A partir de eso cada establecimiento educativo –cada familia también- podrá aprovechar ese material para dialogar y para construir alternativas que considere positivas. Debo insistir, no dejemos pasar la oportunidad de ser artífices de esta educación sexual Integral. Nos comprometamos muchos más con el tema, no sólo con solicitadas y decir “no”.

7-Ud escribió el primer libro sobre educación sexual y sobre la ley. ¿Qué pasó con el texto y qué hizo el Ministerio? Lo usa como bibliografía, etcétera
Yo, desde que estoy con el tema, estoy convencido que debemos producir material propio. Este primer libro surgió por la experiencia de haber explicado la Ley de Educación sexual integral en diferentes ámbitos educativos. Es un aporte a la comunidad y que ofrecí a diferentes instancias gubernamentales y no gubernamentales, provinciales y nacionales. Es bibliografía para la formación que impartimos. Creo que puede ser útil y está disponible.
Por esa convicción de producir material que pueda ser útil es que estamos preparando el segundo libro con material específico para trabajar en el aula. No es un manual sino sugerencias que, como la ley insiste, deberá adecuarse a cada realidad educativa.
8-En este ítem, infórmennos acerca del equipo al que pertenece en la UNT relacionado a la capacitación docente.
En la formación que compartimos con otros profesionales que se dedican a esta temática (la lic. Carolina Moreno, el Dr. Carlos Zaín y el Lic. Héctor Carrizo) procuramos ofrecer una perspectiva integradora, como la ley promueve. Creo que la apuesta de la Universidad, en este sentido, es de vital importancia. Es una propuesta que se enriquece en el cotidiano y que procura ser dinámica en la ejecución. Las evaluaciones que realizamos para ver su efectividad han sido ampliamente satisfactorias para el alumnado.


Invito a todos y todas que lean la ley. Creo que una lectura atenta de la misma permite comprender que la ley es una herramienta útil para la educación de nuestros hijos e hijas. Los objetivos que propone son aquellos que pueden revertir muchas situaciones que hoy vivimos sin son concretados. Pienso, por ejemplo, en la eliminación de toda forma de violencia, en algunas problemáticas sanitarias que nos aquejan y que no debemos continuar negando o pensando que no son importantes. También pienso en una faceta imprescindible en la vida de los seres humanos: el desarrollo de la salud sexual. Esta ley es una aliada para esto al promover una verdadera educación sexual integral. La aprovechemos, entonces.

sábado, 1 de enero de 2011

Notas sobre el amor

Recibo esta frase de Emmanuel Levinas: "Amar es temer por otro, socorrer su debilidad". Me confronta con algo que da vueltas por mi mente hace tiempo: el amor como hecho cotidiano; el amor como realidad inevitable, a veces implacable. El amor como hecho imprescindible de la humanidad, que no implica que sea imprescindible para los seres humanos. La humanidad está condenada a hacer que el amor exista. El ser humano puede privarse, por su parte, de él.
En la noción de amor, siempre renovada en sus definiciones incansables, reside el principio que ordena la humanidad: la inevitable alteridad, la necesaria comunicación y en esta frase de Levinas el desafío supremo que significa el amor: el buscar antídotos para el poder inevitable que engendra esa alteridad y esa comunicación, siempre construida à fur et mesure.
Algo inevitable que surge de la noción del amor es el papel del sacrificio. El amor no implica sacrificio ipso facto, pero el hecho de ser humanos si lo induce. Esta diferencia crucial es necesario especificarla. El amor como noción abstracta alberga, de un modo u otro, un cúmulo de virtudes, placer, satisfacción y bienestar. Pero el amor como hecho es inseparable de la alteridad y de la comunicación, es decir de ser humanos y del otro como existente y necesario para la existencia –nombramos al otro y el otro nos nombra sigue siendo la síntesis del principio de humanidad. En este encuentro con el otro, la noción de sacrificio –renuncio a algo por alguien- aparece como inevitable en la sucesión del tiempo. Una noción que pone, aún más en evidencia esta frase de Levinas, al rescatar la debilidad del otro –y la de uno a su vez- como elemento consistente del amor humano.
El amor seguirá siendo el refugio donde nuestra humanidad guarda sus mejores deseos de superación, sus sueños de paz, su esperanza de la utopía de ser aquellos que siempre soñamos ser: dioses que trabajan por un bien común, con la felicidad del encuentro y la armonía del reconocerse diverso. Allí vamos, pero, sin dudas, aún nos falta mucho camino.

Algo más sobre los celos

Es imposible que una persona que sepa que existe un “monstruo de ojos verdes”, vivo, real, eficaz y omnipresente en la vida se ponga de acuerdo con alguien que esté convencido que tal monstruo no existe. Esta premisa es esencial de comprender y asumir para pensar en los celos. Son dos personas que no ven la misma realidad y que no será por el intercambio que lograrán hacerlo. A lo máximo podrán mostrar que en determinado momento el monstruo no está, pero el que piensa que existe, sabe –esta es la palabra- que él está al acecho. Por su parte, quien sabe que no existe tal monstruo piensa que el otro, tarde o temprano, asumirá antes la evidencia cotidiana su inexistencia. La posibilidad que este convenza al otro de la inexistencia es imposible. La posibilidad que este último imponga modalidades de restricción de cosas por ese monstruo inexistente es altísima. En esta dualidad de opciones radica la esencia de los celos como violencia. Uno, no puede convencer al otro y el otro puede imponer comportamientos, conductas, haceres, decires, deseos y otros.
Esta realidad es la que debemos tener en cuenta cuando nos enfrentamos a los celos como una realidad que se impone como norma de relación entre dos personas. ¿Qué hacemos, entonces? Creo que debemos saber que el que tiene celos debe buscar un tercero –terapeuta- que le ayude a “definir su monstruo verde, visualizarlo claramente y extirparlo como realidad o cercarlo”. No es su pareja quien debe hacerlo. Esto es crucial comprender. Eso no quita que esta pueda ayudar en el proceso terapéutico como sea mejor.
Por otra parte, quien sufre los celos también debe realizar su propio proceso terapéutico para asumir el límite que uno debe tener al ordenar su vida para que la realidad del otro se imponga como válida. La relación con el otro siempre debe ser una construcción donde las reglas se vayan consolidando entre los dos. Otra modalidad, sin dudas, pueda llevar a esa violencia, no dicha, tan sutil que se basa en la amenaza tacita de la que nadie parece responsable pero que todos sufren.